Celia M. nos descubrió y escribe en el blog 11870.com
"Espectacular hotel, de esos que dicen "con encanto". En esta ocasión, es así.
Se trata de un antiguo palacete del siglo XVI, con 8 habitaciones y 5 mesas para desayunar (si están llenas y no cabes, no te preocupes: te llevan el desayuno a la cama). Las habitaciones están decoradas de manera individual, es decir, no se parecen entre si. Mucho mueble rescatado de anticuario conviviendo bastante bien con tele de plasma y ducha genialmente moderna.
El servicio es de lo más amable que he visto. Sinceramente amable, no se cómo explicarlo... Y el desayuno, imprescindible: Jamón ibérico con tarro de tomate rallado, queso Idiazabal con membrillo y nueces, macedonia de fruta fresca, zumo de naranja recién exprimido... Panecillos diversos y croissants, mermeladas, tres tipos de aceite de oliva y tres tipos de sal (¡!). Por supuesto, café (arábica) y té (Harrods).
Recibimiento la primera noche: Botella de vino tinto (merlot), copas y cesta de fruta fresca. Además, todas las noches tienes una botella de agua en cubitera y chocolatina con cartelito de "buenas noches"...
Y, si vas en Nochevieja, obsequio de botella de champán francés y un acebo natural."
No tiene restaurante propio, pero colabora con el Restaurante Sebastian, a 1 minuto andando.
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