Hoy, 8 de Septiembre se celebra en Hondarribia su afamado
"Alarde". Algo empañada la fiesta por la intolerancia, que prohibe participar a las mujeres, vale, en cualquier caso, la pena venirse por aquí. Los balcones de las habitaciones del
Hotel Pampinot, que dan a la calle Mayor, se reservan con un año de anticipación, al menos, para ver desfilar las compañías del Alarde.
Placa conmemorativa en la fachada del Palacio de Casadevante-Hotel PampinotSuite Príncipe de CondéEl orígen de este "Alarde" se quiere situar en el sitio de 1638, y como quiera que en este Palacio de Casadevante se celebraron reuniones para la tregua entre el Príncipe de Condé, que sitiaba la plaza, y el gobernador de la misma, según recuerda una placa en la fachada del Palacio, hemos llamado a nuestra Suite principal
"Suite Príncipe de Condé".....lo que nos da pie para recordar algo, no mucho, de esta Historia:
Henri II de Bourbon, Prince de Condé
"Los reyes de Navarra, de la casa de Albret, reducidos a sus territorios de Ultrapuertos, la 6ª merindad, o “Tierra de vascos”, no cesarán en sus intentos de reconquistar su reino y, ayudados por los reyes de Francia (Richelieu había escrito en 1628 que “tanto Navarra como el Franco Condado nos pertenecen”), la sitiarán en 1638, con tan mala suerte que es la propia Vírgen de Guadalupe quién, puesta del lado de los sitiados, obliga, finalmente, al Príncipe de Condé y sus gentes a levantar el sitio. La Vírgen ayudó, fervorosa, a matar a 11.000 “franceses”. Claro que eran hugonotes. Estas cosas, al menos, dicen las crónicas. El padre Moret, en sus Annales del reyno de Navarra lo atestigua, y no nos resistimos a reproducirlo:
“ En medio de la disposición de las armas dieron la primera atención a la religión: estando ya el enemigo cerca, desde una próxima ermita, que llaman de Guadalupe, trasladaron a toda prisa a dentro del lugar la imagen de Nuestra Señora, y en presencia de gran concurso delante del altar hizo la ciudad voto de que si saliesen con victoria guardarían siempre fiesta aquél día y lo consagrarían al culto de Nuestra Señora………y quan hermanado con la devoción está el vencimiento lo acreditó el haber vencido al enemigo con grande estrago la víspera de la Natividad de Nuestra Señora.”
Sitio de 1.638
El Cavildo de la ciudad, el 15 de Agosto de 1639 también dice:
“……..dando la una victoria tan grande….mediante la intersección de la devotísima y milagrossisima imagen de nuestra Señora de Guadalupe…..”
Conviene no olvidar esta milagrosa intercesión de la Vírgen porque, como decimos, la principal fiesta del pueblo se celebra, con gran esplendor, precisamente, en este día 8 de Septiembre, conmemorando tan milagrosa victoria sobre el “francés”, que también era navarro.
Tras el sitio de 1638 la plaza quedará arrasada. Una victoria pírrica, al decir de algún historiador.
El caso es que ni la Vírgen de Guadalupe ha podido evitar, ni la corona de Castilla resarcir, las sucesivas destrucciones y desgracias para los vecinos y las casas de la ciudad, a la que, su situación fronteriza, ha convertido más en mártir desgraciada que en heroíca villa. Las relaciones de muerte y destrucción, los desastres de la guerra, son desoladoras y no parece, insisto, que deberíamos exhibir orgullosos estos hechos de armas.
Anteriormente, en el sitio de 1521 – 1524…”el número de los que murieron son ochocientas e setenta e quatro personas….” “antes el al tiempo del dicho cerco havia en la dicha villa cuatrocientas e setenta e cinco casas…….no se hallan sino ciento y dies casas que estan en pie….e de las dichas….quedan en pie sacando nuebe todas las otras quedan muy maltratadas deshechas…….en todo lo qual han rezevido de daño de treinta y seis mil ducados de oro….” “…más han destruido e deshecho cuarenta Bordas….que han sido estimados….en tres mil e cuatrocientos ducados de oro” “…más siete molinos…..” “…..quemaron en el puerto….siete navios de guerra…más nuebe pinazas grandes…..más veinte y siete barcos e galeones e gavarras…..” “ Viñas destruídas, manzanales, tala de montes….” “Cubas e botas e otras vasijas de sidra y vino…” “la ropa de dos mil camas que se an perdido…” “La vajilla de estaño e cobre, arcas, vestidos e armas y el otro ajuar de casa, sidra e vino, fierro e paños…….e tanta desolación que no se podría dar a entender ni sentir si ocularmente no se viese…..”
No estuvo la Vírgen de Guadalupe tan atenta, tan diligente, en sucesivos sitios de Fuenterrabía, en 1719, sitiada y tomada por el Duqe de Berwick, o como en 1794, durante la guerra de la Convención, en que fué tomada por los franceses, o en 1837, tomada por el general Espartero, cuando en la guerra la ciudad se había puesto del lado carlista