lunes, 12 de noviembre de 2007

Bergen




El pasado mes de Junio estuvimos en Bergen (Noruega). La ciudad, que tiene unos 200.000 habitantes, del tamaño de Donosti, ofrece una sensación total de serenidad, de tranquilidad. No hay ruidos, no hay atascos de circulación, de hecho apenas hay circulación. Es muy turística pero, no sé cómo, no había tampoco masas de turistas corriendo de un lado para otro. Se puede tomar una cerveza, o un café, en lugares tranquilos dónde no hay música estruendosa, puesta, según parece en cualquier lugar de España, para animar a los clientes a salir cuanto antes. Los precios, eso sí, noruegos.
Desde luego, todo el mundo recomienda, y vale la pena, el Mercado del Pescado y el Bryggen, en el puerto con sus casas de madera medievales. Pero hay que mucho más que ver. Ibsen, Grieg y Øle Bull están presentes en toda la ciudad. No se puede, tampoco, dejar de subir en el funicular al FlØyen Mountain, con unas vistas espectaculares de Bergen y el fiordo.
Nos alojamos en el Hotel Incity, muy céntrico, apenas a tres minutos del Fish Market y del Bryggen. Recomendable.
En el balandro de Øyvind pasamos una tarde navegando por el fiordo, atracando en las rocas y haciendo una barbacoa. Inolvidable.


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