Hace un par de días, en la televisión vasca, una locutora optimista (de la escuela gubernamental de los "brotes verdes" seguramente) afirmaba que ya en Julio la crisis de la hostelería en Donostia parecía superada....???? Seguidamente daban voz a algunos ejecutivos de hoteles en la ciudad que afirmaban que en Julio conseguirían una ocupación similar a la de Julio del año anterior....así que, decían, los malos seis meses iniciales del año daban paso a una recuperación????? Y, decían también.....que la ocupación sería similar a la del año anterior....aunque habían bajado los precios alrededor del 25 % ¡¡¡¡¡¡¡¡
Uno no sabe de quién es la mayor estulticia....si de la locutora televisiva, del redactor de la noticia...o de los ejecutivos hoteleros......
En cualquier caso, lo que si está claro es que los precios de los hoteles han caído en picado.....con lo que no hay que ser economista para darse cuenta de que la rentabilidad también está cayendo en picado y que...ya veremos quiénes pueden aguantar estas pérdidas......me temo que, tras el verano, todavía la crisis nos dará, también en este sector, sustos importantes.
Claro que los clientes, a la hora de pensar en sus vacaciones, a la hora de decidir irse de vacaciones, después de pensárselo mucho ,que el presente es duro y el futuro incierto, se están encontrado con una avalancha de ofertas de lo más interesantes.....
Pero.....¿Saben los clientes si el "producto" que están comprando a esos precios rebajados es el mismo que compraban al precio sin rebajar? Porque, me temo, esto de las rebajas tiene truco.
Hace un par de semanas, intentando volar con Iberia de Madrid a San Petersburgo, y como quiera que Iberia canceló, por su propia conveniencia, el vuelo nos llevarón a dormir a un hotel cercano al aeropuerto, hotel de cuyo hombre no quiero acordarme. Supongo que la tarifa para Iberia será baja, bajísima pero el hotel.....había rebajado sus atenciones, su servicio, a los clientes a un nivel de fonda de principios de siglo, del siglo pasado digo.
Y esta es la cuestión: bajan los precios, sí, pero la calidad se despeña. Y esto, el cliente, solo lo percibe cuando llega al hotel, a la habitación, durante su estancia. Quizás le compense, quizás no, pero, en cualquier caso, al comprar tiene derecho a saber que lo que compra no es lo que pensaba.
Nosotros, en el Hotel Pampinot, hemos deliberado mucho sobre la política a seguir....¿bajamos los precios? ¿no los bajamos? Si los bajamos...¿qué costes reducimos para compensar la bajada? ¿Qué "quitamos"?
No ha sido fácil decidir, en medio de esta avalancha de descuentos, rebajas y ofertas, que no, que el Hotel Pampinot quiere mantener, también en estos tiempos de crisis, el nivel de atención, de calidad, de delicadeza que viene ofreciendo a sus clientes y que estos tanto aprecian. Es más, por el mismo precio, sin rebajar nuestras tarifas, estamos mejorando, día a día, la oferta de servicios y atenciones a nuestros clientes. Quienes nos conocen, quienes nos han visitado, quienes repiten año tras año, quieren volver al Hotel Pampinot que les encantó. No quieren encontrarse con unos servicios devaluados. Saben que vienen a un hotel con un nivel de cinco estrellas, lleno de pequeños lujos y atenciones. Y no quieren encontrarse, por un precio de saldo, con un hotel mediocre....eso lo pueden encontrar casi en cualquier sitio en estos tiempos pero no es lo que buscan cuando reservan en el Pampinot.
Vienen a alojarse en el Palacio de Casadevante. Vienen a recibir toda la atención con que en un Palacio se recibía a los huéspedes, a los invitados, a los amigos. Y pueden tener la seguridad de que así será.
sábado, 18 de julio de 2009
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